por eberda
Un significativo momento político para el gobierno del presidente Piñera y la Alianza y no ofrecido en programa -después de 20 años de administración pseudo socialista- marca una diferencia y conceptualiza una reforma a la tributación como herramienta fiscal que debiera ser vista como medio de construcción a la equidad dentro de la libertad económica, más que un aumento progresivo de impuestos per se para el gasto público.
En medios de prensa mundial la noticia destaca el sentido y orientación del destino de los nuevos recursos por recaudar, señalando como se aplicarían en el presupuesto fiscal los estimados US.$ 700 a 900 millones adicionales en inversión (gasto) para educación hacia aquellos sectores medios de la sociedad chilena que durante toda la administración socialista concertacionista de Frei – Lagos – Bachelet provocaron un insufrible endeudamiento a las familias y a las jóvenes generaciones por obtener educación básica, media y profesional de calidad.
Los nuevos cupos de subvención preescolar (765.000) buscados entre los sectores medios para sus hijos, las nuevas becas en educación superior y técnica que pasarían desde 118.000 otorgadas en el 2009 a mas de 400.000 al final del período de este gobierno, reduciendo exigencia de puntaje en la PSU (selección universitaria) para optar a ellas y el subsidio al crédito (préstamo estudiantil), regulando al 2% anual este financiamiento, constituyen razones más que suficientes para justificar y motivar gran convocatoria al esfuerzo de esta carga que se impondrá al beneficio de parte del aparato productivo y empresas en Chile.
Las críticas desde el anuncio de reforma tributaria, ajustes o modificaciones, como quiera denominarse, tanto de sectores opositores como de la propia Alianza -caso de LyD- no podrán desconocer que ésta contiene todos los elementos fundamentales de un proyecto de ley relevante, incluyendo alza permanente en lo impositivo a los beneficios de los negocios, bajas en algunos tramos sobre renta de las personas y/o la posibilidad de gastos deducibles en educación. La incidencia presupuestaria estimada, sus guarismos y la necesidad política de abordar ésta, buscaría corregir filtraciones por elusión (loop-holes) u otros aprovechamientos de la libertad, y por ausencia de una ética de negocios con apego a una responsabilidad social empresarial sin titubeos hacia el bien común.
En los próximos años estará por verse los resultados de esta nueva apuesta presidencial y de parte de los líderes oficialistas, tópico y objetivo que levantaron en el interés nacional las protestas estudiantiles del 2011, entre otras cuestiones, por las asimetrías de calidad en la enseñanza y costos del sistema educativo hacia las familias. Ojalá las aspiraciones populares encuentren una razonable ecuación entre el esfuerzo que impondrá al aparato productivo y empresas en Chile, la forma de implementar las nuevas normas en el parlamento y la percepción popular. De ello y la forma en que el mercado y aparato público operen, dependerá en buena parte el desarrollo económico futuro, la movilidad social y la equidad tan deseada por las mayorías en la sociedad chilena.
Edo Berríos Cerda
http://paper.li/eberda/1320349580