El periodista y docente Juan Ignacio Brito en una oportuna reflexión nos invita a valorar el rol que el inconsciente colectivo da a la imagen de la autoridad en nuestro país y el impacto de su carencia, especialmente, cuando está ausente de la vida social y política en Chile.
Por lo importante que esta idea pudiera tener en decisiones cívicas próximas, rescato estas reflexiones para el blog TEJIENDO REDES . . . Construyendo Chile, deseando que el ejercicio de leerlo nos motive a una introspección profunda y tranquila, invitándoles a replantearnos si los chilenos no nos merecemos ya, asumir una mejor calidad republicana y contar con mejores gentes que nos gobiernen.

Así como lo han hecho casi todos los últimos gobiernos, los chilenos de a pie, pareciera que también hemos abdicado a nuestra responsabilidad de cumplir con esas virtudes republicanas. No dejemos pasar esta dura oportunidad y catástrofe, para reflexión y aprendizaje.
Entre el FUEGO y las BRASAS
. . . por Juan Ignacio Brito . . .
La mala suerte ha querido que el encargado de enfrentar la peor ola de incendios forestales en mas de 50 años sea el gobierno más inepto e indolente que el país ha tenido en décadas. La desafortunada coincidencia ha puesto a las víctimas en un dilema imposible : enfrentan, por un lado, imparables llamas cuya furia quema sus campos y propiedades y que ya ha costado diez vidas; por otra parte, deben lidiar con unas autoridades incapaces de coordinar respuestas efectivas, que una vez más se muestran confundidas y superadas en el momento en que la ciudadanía más las necesita. Las poblaciones afectadas no encuentran salida: están entre el fuego voraz y las brasas de un gobierno inoperante.

Dicen que la ocasión hace al héroe. Los héroes del momento son los bomberos, los brigadistas y los carabineros, en especial los que han entregado la vida tratando de aplacar el fuego. Ellos son valientes soldados en una lucha desigual. Sin embargo, aunque resultan imprescindibles para pelearlas, los soldados no ganan las guerras. Son los generales los que lo hacen. Pero aquí no ha surgido nadie que lidere la batalla contra el fuego. Ese puesto está vacío, pese a que es crucial.
Quien debería ocupar ese espacio es Michelle Bachelet. Más que nadie, ella debería saberlo, porque su salto a la primera escena nacional ocurrió cuando, a bordo de un vehículo blindado, enfrentó las inundaciones de 2002. La Presidenta parece haber olvidado la grandeza y potencia de ese gesto simple: la gente se sintió acompañada y supo que una autoridad estaba a cargo, se preocupaba de sus problemas y estaba dispuesta a compartir sus dolores y atender sus necesidades.

Una confesión inquietante.
Tratando de justificarse, la Jefa de Estado dijo que “nunca en la historia de Chile ha habido un incendio de esta dimensión”. Pero entonces, ¿ por qué las medidas han sido tan tardías e insuficientes? ¿ por qué no vemos a todo el gobierno volcado a las tareas requeridas para aplacar una emergencia inédita? La respuesta a esas y otras interrogantes similares es aterradoramente sencilla : porque este gobierno es crónicamente incapaz de ofrecer en tiempo y forma soluciones satisfactorias.
En los últimos años nos hemos acostumbrado y hemos aprendido a convivir con esta mediocridad. Pero, como el que es inútil en lo pequeño también lo es en lo grande, ahora la realidad de tanta ineptitud se ve magnificada por un desastre de proporciones bíblicas. Tenemos que resignarnos a que mucha más tierra, árboles y propiedades se quemen antes de que este gobierno encuentre una solución para la catástrofe.
JIB
Muy bueno tu comentario Eduardo, excelente. Bueno también y muy valiente la carta de Juan Ignacio.
GPBI
ing comercial
Esc.Neg A.Ibañez[UCV]
Me gustaLe gusta a 1 persona