por eberda
Por creer conveniente que los chilenos comprendiéramos en parte, como se transmitió a medios internacionales (AP) el evento del film «Pinochet» y los problemas de orden público derivados, transcribo la comunicación en prensa Associated Press de Jun10, 2012.
Mientras en medios nacionales: «No es un tema del gobierno pronunciarse a favor o en contra del régimen militar», diputado Alberto Cardemil.
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The poster makes its plea from one of the pock-marked walls once splattered with blood at Londres 38, a former detention and torture center where 96 people were killed or disappeared during Chile’s long dictatorship. It reads: “Pinochet, may your legacy die.’’ Yet that legacy is far from dead. Gen. Augusto Pinochet’s loyalists on Sunday held their biggest gathering since his death in 2006, and it has ignited a national debate about the limits of freedom of speech as groups on the other side sought to block the event and then staged protests to try to disrupt it. Police used tear gas and water cannons to try to disperse hundreds of anti-Pinochet demonstrators protesting the premiere of a documentary about the run-up to his dictatorship years. Twenty-two people were injured in clashes with police and 64 were arrested before those on both sides of the divide went home, authorities said.
The film cast Pinochet a national hero who saved Chile from communism and who died victimized by vengeful leftists who accused him of embezzlement and human rights crimes. Inside the theater, hundreds of the former strongman’s backers, known as “Pinochetistas’’ waved Chilean flags and held up photos of Pinochet. When his grandson, retired Captain Augusto Pinochet Molina, took the stage, they gave him a long standing ovation.
The screening was organized by Corporacion 11 de Septiembre, named for the day when Pinochet seized power in a bloody 1973 coup that brought down the democratically elected government of Marxist President Salvador Allende.
“We want to set the record straight on Pinochet,’’ Juan Gonzalez, a retired army officer who leads the pro-Pinochet movement, told The Associated Press. “We have stoically put up with the lies and cheating and seen how the story has been manipulated.’’
Although Gonzalez’s own sister Francisca has said publicly she was tortured by Pinochet’s forces, Gonzalez disputes that there were human rights abuses during the dictatorship. He says those killed and tortured were casualties of a war against leftist subversion.
“Why can’t we have a documentary if they have their monument to Allende,’’ he said, referring to a statue outside the presidential palace with Allende’s last words: “I have faith in Chile and its destiny.’’
Relatives of the disappeared and more than a dozen human rights groups sent a letter to President Sebastian Pinera asking him to ban the event. Presidential Spokesman Andres Chadwick said on local TV Sunday that although organizers had the right to express themselves, he “regretted having supported a government that committed human rights abuses,’’ and that “it is not necessary’’ to pay tribute to Pinochet.
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Ojalá en las reflexiones de la semana, a cada compatriota sirva de complemento para su propia actitud futura, y entender la carga de nuestras acciones cívicas del presente.
Edo Berríos Cerda
http://paper.li/eberda
TEJIENDO REDES_ uniendo gentes
Political, economic talks and manners of America / Discusión coloquial política, económica y costumbrista americana / Les pourparlers politiques, économiques et les manières d'Amérique
TEJIENDO REDES_ uniendo gentes 
. . traducción del texto en ingles. (aporte C.Menares)
El cartel tiene su motivo de una de las paredes picoteadas de hoyos, y salpicadas de sangre en Londres 38, un lugar de detención y presunto centro de torturas, donde 96 personas fueron asesinadas o habrian desaparecidos durante la larga dictadura de Chile. Dice así: «Pinochet, su legado puede morir».
Sin embargo, ese legado está lejos de estar muerto. Los partidarios del general Augusto Pinochet el domingo celebraron su reunión más grande desde su muerte en 2006, y ha encendido un debate nacional sobre los límites de la libertad de expresión como los grupos en el otro lado trató de bloquear el evento y luego llevaron a cabo protestas para tratar de perturbarlo. La policía utilizó cañones de gas lacrimógeno y agua para tratar de dispersar a cientos de antipinochetistas manifestantes que protestaban por el estreno de un documental aclaratorio sobre el período previo a sus años de dictadura. Veintidós personas resultaron heridas en enfrentamientos con la policía y 64 fueron detenidos antes de aquellos en ambos lados de la división fue a su casa, dijeron las autoridades.
El elenco de Pinochet película lo plantea como un héroe nacional que salvó a Chile del comunismo, y donde murieron víctimas izquierdistas, que lo acusaban de malversación de fondos y delitos contra los derechos humanos. Dentro del teatro, cientos de partidarios del ex hombre fuerte, conocidos como «pinochetistas» ondeaban banderas chilenas y mostró fotos de Pinochet. Cuando su nieto, el capitán retirado Augusto Pinochet Molina, subió al escenario, le dieron una ovación de pie mucho tiempo.
La proyección fue organizada por la Corporación 11 de Septiembre, llamado así por el día en que Pinochet tomó el poder en un sangriento golpe de 1973 que derrocó al gobierno democráticamente elegido del Presidente Salvador Allende marxista.
«Queremos dejar las cosas claras sobre Pinochet», dijo Juan González, un oficial retirado del ejército que dirige el movimiento a favor de Pinochet, a The Associated Press. «Hemos estoicamente soportar las mentiras y el engaño y he visto cómo la historia ha sido manipulado».
Aunque Francisca González propia hermana ha dicho públicamente que fue torturada por las fuerzas de Pinochet, González niega que hubo abusos contra los derechos humanos durante la dictadura. Él dice que los muertos y torturados fueron víctimas de una guerra contra la subversión izquierdista.
«¿Por qué no podemos tener un documental si tienen su monumento a Allende», dijo, en referencia a una estatua frente al palacio presidencial, con la leyenda de las últimas palabras de Allende:»Tengo fe en Chile y su destino».
Los familiares de los desaparecidos y más de una docena de grupos de derechos humanos envió una carta al presidente Sebastián Piñera para pedirle prohibir el evento. Andrés Chadwick, vocero presidencial, dijo el Domingo en TV local, que aunque los organizadores tienen derecho a expresarse, señalo «se arrepintió de haber apoyado a un gobierno que cometieron abusos contra los derechos humanos» y que «no es»necesario para rendir homenaje a Pinochet.
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