EL Fraude a la Cultura II

Escribe Gonzalo Osses
Titulé esta columna como “El fraude a la cultura”, precisamente porque pienso que durante estos veinte años las iniciativas culturales que la Concertación nos ha vendido como grandes avances no son tales sino más bien una serie de espectáculos frívolos y livianos acompañados de buena publicidad.

Convengamos que antes que “ganara la gente”, veníamos saliendo de un gobierno militar autoritario que nos sumió en una especie de oscurantismo cultural severo, razón por la cual, cualquiera de las iniciativas que presentaran los nuevos líderes sonaba novedosa, colorida y refrescante. Se crearon instituciones prometedoras y fondos concursables a los que cualquier hijo de vecino podría presentar proyectos que serían evaluados según sus méritos y alcances… eso en el papel, porque en la práctica un factor importante era establecido por la nunca bien ponderada institución del “pituto”. Hoy, tanto el FONDART como el FONDO DEL LIBRO, por nombrar sólo a los más destacados, se han convertido en auténticos bancos de pago de favores para quienes piensan como ellos. Así, muchos “artistoides” y rostros de televisión, no tienen empacho en aparecer en franjas políticas siempre que sus nombres sean considerados para uno de estos tentadores premios. Incluso los vapuleados “Premios Nacionales” han sido usados para esto. Si no está de acuerdo, revise la lista de los laureados sólo en literatura y convendrá conmigo que merecidos se lo tenían Donoso, Rojas, Edwards, Calderón, Arteche, Uribe Arce, pero que descaradas fueron las premiaciones para Zurita (un poeta menor si se le compara a otros que han sido injustamente olvidados) y a Volodia (conocido más por su comunismo que por su pobre obra literaria). Serrano murió sin obtenerlo y tanto Oscar Hanh como Delia Domínguez han sido injustamente olvidados, por nombrar sólo algunos emblemáticos. Mejor ni meterse con los premios en Historia, porque si Gonzalo Vial Correa no se lo merecía, yo no sé cuales parámetros miden estos señores.

Pero hay que reír, porque los payasos (los de verdad, no los que gobiernan) salen a la calle a alegrarnos con su colorido lleno de mensajes proselitistas y vacíos en contenidos, usando la antiquísima técnica del “Pan y Circo”, tan bien concebida por los antiguos romanos para mantener contentos a la “chusma” ignorante, que se olvidaba de los problemas mientras caía aletargada por el vino y las tenebrosas entretenciones del Coliseo. Aquí, la técnica es modernizada por bonos trimestrales que representan el pan y festivales abiertos donde todos rapean al compás del chascón de turno y los zancos y batucadas se toman las calles idealizando un espectáculo vacío que pretenden elevar a la categoría de cultura. ¿Qué podemos esperar si quienes nos gobiernan no esperan educar, sólo entretener?, ¿Si muchas veces ellos mismos han demostrado una ignorancia supina y un escaso dominio de temas que debieran manejar?, ¿Dónde queda la capacidad de autocrítica si tenemos una ministra que, haciendo gala de una prepotencia que ni siquiera cabe en su pequeño cuerpo, se vende como “la mejor gestora cultural de Chile”, si arrugarse siquiera? Perdón, pero salvo pasear una muñeca pepona de no sé cuántos metros de alto y millones de costo por las calles de Santiago, ¿qué ha gestionado, señora ministra? ¿A poco se le subieron los humos con eso de Santa Teresa de los Andes y se apunó en el alto cielo?

Tenemos, quizás, el Museo Nacional de Bellas Artes más pobre de todos. Y esto no es porque no tengamos en Chile un bagaje cultural pictórico importante, si no porque las autoridades del Museo nos “deleitan” cada cierto tiempo con exposiciones tecnológicas, fotográficas, audiovisuales y hasta automovilísticas que nada tienen que ver con el Museo de “Bellas Artes”, mientras las pinturas de los grandes maestros chilenos se apilan en las bodegas y sólo una muestra menor se exhibe en la colección permanente. ¿No hay otros espacios para mostrar las nuevas tendencias o modas del arte? Sinceramente yo no me imagino a un francés entrando al Louvre y encontrándose ahí con unas jugueras con peces adentro, que más que arte sería experimento sociológico, mientras la enigmática Pasajera de Camilo Mori (nuestra criolla Mona Lisa), se pudre en las bodegas del Museo y uno que quiere admirarla se tiene que conformar con litografías o un póster obtenido en la tiendita de souvenirs.

Ya sostuve que se necesita una política pública en todas las artes que se destine a crear un público de esas artes. Quizás el único logro de la Concertación en esa dirección sea lo que sucede con el teatro, que sí ha logrado consolidarse como una entretención más masiva que antes. La demanda creció, la oferta se diversificó y nuestros eneros se han teñido de buenas obras. ¿Por qué no aplicar una política pública tan exitosa con la música, el cine y, ¡sobre todo que es urgente!, con la literatura?

Es un hecho probado que somos el país más ignorante de Latinoamérica, pese a ser uno de los más ricos. Y esa ignorancia, ¡cuidado!, es transversal a todas las clases sociales ¿qué estamos esperando? ¿O acaso creen que llegaremos algún día al tan anunciado desarrollo si no sabemos leer y se nos está olvidando escribir? Chile es conocido mundialmente por ser cuna de enormes poetas. Ellos nos han dejado un legado hermoso lleno de cultura, humanismo y ejemplos de vida. Es nuestra obligación tomar ese mensaje y transmitirlo a menos que sigamos conformándonos con esta cultura de la basura. Es obligación del futuro gobierno el entusiasmar a las masas con la Cultura de verdad, con el Arte con mayúsculas y respetar los espacios para cada tipo de manifestación artística.

Es vital un cambio en esto y si la Concertación no sabe, no puede o no quiere dotar a las futuras generaciones con una educación de calidad y contenidos reales e importantes, es hora de pasarle el timón a otro. Quizás llegue alguien con visión que visualice este problema y le otorgue a la Cultura el lugar que se merece. ¿Quién dijo que veinte años no son nada?

Gonzalo Osses Vilches
Escritor

4 comentarios en “EL Fraude a la Cultura II

  1. Excelente análisis acerca de un tema poco o nada considerado en las campañas polìticas de la Alianza, cual es el monopolio y corrupción cultural que en Chile ha impuesto la concertaciòn. Tal como decía Allende con respecto al periodismo, «el periodista de izquierda no debe servir a la verdad, sino que a la revolución» (cita de abril de 1971), podemos decir que el actual concepto sostenido por las actuales autoridades «el artista de izquierda no debe servir al arte, sino que a la propaganda progresista».

    Algo se desveló con respecto al inusitado desprecio a la pelicula La Nana, exito en EEUU, cuyo paso a la postulaciòn del Oscar fue obstruido por el panfleto propagandistico del siempre fiel a la causa Miguel Littin, «Dawson, Isla 10».
    Eso fue la gota que rebalsó el vaso, en especial porque el cine es una expresión artìstica y cultural más cercana al público en general y esta manipulación se hizo más evidente.
    El deterioro invisible y silencioso de la cultura por acción de la Concertación es uno de los aspectos más olvidados, pero más vitales, de su pobre herencia.

    Me gusta

  2. señor osses, y usted puede decirnos que piñera va a solucionar esta supuesta depresion situación cultural si el unico programa que presentó al consejo de television como programa cultural fue el «teatro» de los sabados por la noche en Chilevision, con minas en pelota y en su ultima gran edicion incluyó como «actor» invitado al tipo que anda con Kenita?

    ese es el cambio?
    clementebarahona@gmail.com
    Clemente Barahona

    Me gusta

  3. Sr Barahona: La intervención de Piñera en la programación de su canal, Chilevisión, si es que existe, es completamente insignificante , más aun si se la compara con la abierta y descarada intervención de la Concertación y la izquierda en la programación de TVN, con la diferencia adicional que ese último canal lo pagamos todos los chilenos.
    Como ejemplo, el «sospechosamente» oportuno programa , y en tiempo record, acerca de la muerte de Frei Montalva y las «fantasias probatorias» del juez Madrid.

    Me gusta

Responder . . . saludos

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.